martes, 2 de septiembre de 2014

Columna de Opinión

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A casi 2 años de​ iniciada la cuarta administración liderada por Mario Briones​ en Longaví,​ bien vale la pena hacer un par de reflexiones.​
​Antes que nada, debo mencionar que como Concejal tengo claridad​ absoluta​ que para ejercer este cargo hay que tener ​mucho ​coraje y mucha visión de futuro, ​pero adicionalmente, ​​disposición para alcanzar acuerdos y​,​ como lo ha hecho gran parte de mis colegas, ​mostrar atención y colaborar en todo lo que tenga como objetivo mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos; ​porque ​finalmente son ellos nuestros empleadores.
No obstante lo anterior, siento que a la fecha Longaví ​perdió la brújula y el ímpetu de desarrollo visto hace apenas cuatro años; veo con cierta angustia cómo hemos debido aprobar modificaciones presupuestarias derivadas de órdenes judiciales, producto de demandas que sistemáticamente se han perdido en esta administración, muchas de estas situaciones provocadas por despidos injustificados o mal llevados  por los asesores del municipio lo que ha generado un detrimento superior a 100 millones de pesos al patrimonio de la comuna. Todo ese dinero, ciertamente podría tener un mejor uso.
Pero esto es solo una arista, toda vez que es imposible no sentir molestia al ser testigos de cómo se eliminaron una serie de programas creados en la Administración del Alcalde Cristián Menchaca, solamente por el hecho de tener ese origen.
Sólo por mencionar algunos: Trasporte Rural Gratuito (Cada miércoles, día de feria); Vecino Conectado; Ciber Alumno; Infraestructura Deportiva; Plan de Esterilización de Mascotas; Mejoramiento de Caminos; Plazas y Áreas Verdes, Festival Longaví Canta con entrada Gratuita, Zonas Wiffi, Apoyo a grupo de trabajadores estacionales (Camaroneros) y un largo etcétera, tanto que si la memoria no me falla, en la administración anterior quincenalmente había uno o dos “cortes de cinta” que dejaban de manifiesto el ímpetu desarrollista y varias veces vanguardista que se llevaba,  eso sin mencionar lo salubres que se mostraban las finanzas municipales.
En fin, las comparaciones son odiosas, pero es mi responsabilidad hacer ver y rememorar asuntos del pasado cuando creemos que se ha perdido la brújula, cuando creemos que no existe un liderazgo bien definido que conlleva estancamiento, y por eso es bueno que la comunidad evalúe y conozca las realidades, porque de esa forma se pueden generar opiniones fundadas en la verdad, basada en la evidencia.
No quiere terminar esta nota, sin destacar algunos puntos; valoro enormemente el apoyo y aumento de Becas Municipales, porque si bien la diferencia es amplia, no concuerdo con lo engorroso de sus asignaciones y la improvisación en su puesta en marcha; se suponía que era para todos, pero finalmente termino siendo para algunos, y entre esos casos, evidentes privilegios y “amiguismo” es desmedro de otros estudiantes.
El promover los mini consultorios rurales, con aumento de atenciones a 24 horas, incluido médicos, me parece muy destacable, pero hay que dejar en claro que cantidad no es lo mismo de calidad.
En el área de la salud, hoy se ejecuta el nuevo CESFAM, un gran adelanto  que es herencia de la administración Menchaca. Esperemos que sea bien aprovechado y no presa de disputas internas.
Para terminar, solo mencionar que estoy consciente de que a muchos no les gusta que se deje de manifiesto los temas que a Longaví le interesan, algunos me han señalado como el principal obstruccionista a esta gestión; pero les informo que están equivocados, pues basta con leer las actas municipales y verificar cada una de mis votaciones e intervenciones, las que les permitirán darse cuenta que siempre aporto con ideas y sigo fiel a la gente que depositó su confianza en mí, pues quiero ver un Longaví grande y en constante crecimiento, no estancado y con privilegios que alcanzan solo para el círculo cercano al poder. 

Robin Araya Acevedo
Concejal de Longaví